Fuente: charla de Jordi Gusì en TEDx Barcelona Stay Curious Imagínate que te encuentras en una sala rodeado de personas. En total, sois 600 jóvenes. Imagínate que alguien llega y te dice que, de esas 600 personas, 300 no tienen trabajo. Estaríamos hablando de la mitad de la sala. Imagina además que, de las 600 personas de la sala, 170 no pudieran cenar esa noche porque no tienen dinero para comer. Escalofriante, ¿verdad? Se trata de cifras reales, en una ciudad tan real como Barcelona. La crisis económica de los últimos años ha acarreado consecuencias desfavorables para muchos sectores de la sociedad, hasta tal punto que la línea que separa la pobreza del “estar a punto de entrar en ella” es cada vez más fina.

El coworking se ha convertido en los últimos años en una tendencia mundial que se lleva a cabo sobretodo en las grandes ciudades. Como bien sabes, este método de trabajo consiste en compartir espacio físico y recursos tecnológicos con otras personas o empresas para trabajar de un modo flexible y multidisciplinar como nunca se habia visto hasta el momento.

Detrás de toda actividad hay personas. Hoy en día, el mercado ya no es como hace años: está ultrasaturado. Y por ultrasaturado nos referimos a que ya hay empresas de todo, para todo, para todos. Los consumidores somos heterogéneos y por ello hay empresas trabajando para cada segmento específico de la población. Las empresas lo tienen cada vez más difícil para diferenciarse con los productos o los servicios que ofrecen. Así, la mejor o única manera de diferenciarnos de nuestros competidores puede radicar únicamente en las personas que trabajan con nosotros. ¿Por qué no potenciar lo que sale de ellas?